LA CULPA


  LA CULPA







Creo que la culpa no es una emoción innata en el ser humano. Los niños cuando son pequeños no sienten culpa hasta que son contaminados por los patrones de los adultos.



Creo que la culpa es una invención de la sociedad y de la religión para tener a las personas sometidas y controladas.


Creo que la culpa se transmite de generación en generación y que debemos hacer algo para pararla y sobre todo hacerla consciente.
Creo que muchas veces se mantiene encubierta y no se hace consciente si no haces un proceso de sacarla de la sombra.
Creo que ese ocultismo le da poder y hace crecer sus brazos para abrazarte sin pedirte permiso.
Creo que es necesario un proceso de conciencia para frenar su poder subliminal.

Creo que utilizamos la culpa hacia otros para no responsabilizarnos de nuestros propios sentimientos y emociones. Los adultos utilizan en muchas ocasiones a los niños de esta forma y estos niños crecen con ese patrón de comportamiento: echar balones fuera cuando algo no me agrada o me irrita. Cuando un niño hace algo que no gusta a los adultos, se utiliza la culpa para mantener a ese niño dentro del control y aparece el chantaje. Este adulto no se hace responsable de su disgusto sino que hace sentir responsable al niño de esa emoción poco agradable. Cuando somos pequeños y hacemos algo que no gusta a los adultos se utiliza la culpa para que no volvamos a hacerlo, en lugar de reconocer que a los adultos involucrados no les gusta esa actitud en un momento concreto. No es la situación sino cómo reaccionas tú frente a ella. Podría decirse que los niños en muchas ocasiones son el cubo de basura de los adultos, donde vomitan todas son frustraciones, rabia, enfados, pataletas…



 
Creo que el ser humano, en muchas ocasiones, lleva la programación implícita de sentirse culpable por disfrutar de la vida, por brillar con toda la luz que posee, por simplemente ser. Cuando ves a alguien que le está yendo genial y dice: ‘esto va demasiado bien, no es posible tanta suerte’, y ya está esperando que algo malo le pase. O lo que yo he oído toda la vida: ‘como nos va tan bien la gente nos tiene envidia’. ¿Qué ocurre con esto?, que se me graba la creencia de que mi buena vida va a crear envidias y para evitarlas me boicoteo a mí misma y me creo problemas e infortunios. No nos sentimos merecedores de esa buena vida porque aparece la culpa, ¿por qué yo tengo está suerte y el de enfrente no?.



 Hagamos consciente la culpa, observémosla y desmontémosla para que no siga manejando nuestras vidas. Para ello creo que es necesario transitarla y sentirla si está presente en tu vida en estos momentos. No vale con mirar para otro lado o meterla debajo de la alfombra. En ese lugar coge fuerza y se hace más grande.

Hagámonos merecedores y permitamos que el disfrute, la alegría, los buenos momentos y la ilusión por vivir estén presentes en nuestras vidas. Y que cada uno busque su buena vida.

Comentarios

  1. Retomando la alusión a la religión, la culpa no ha de ser solamente reconocida, hay que expiarla con la penitencia, es decir, que requiere un castigo. Y en una sociedad de mayoría católica, esto se vuelve algo cultural, superando el ámbito de la Fé de cada individúo.

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    1. Gracias por tu comentario Sergio. Es por ello que es necesario cambiar este concepto de vivir, no desde la culpa sino desde la alegría de estar vivo. Y con ello olvidarnos de los castigos. Salirnos de la cultura tradicional y de lo que nos han inculcado y llevamos grabado de generación en generación. Creo que la iglesia a tergiversado la religión a su conveniencia para que no nos salgamos del redil y estemos controlados.

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    2. Gracias a ti por compartir tus reflexiones, es agradable que alguien te haga pensar.

      Quizás podrían ilustrar sobre este tema frases como: "A los mentirosos les crecen las orejas"; "Has hecho llorar a tu madre"; "Si te masturbas te quedas ciego" y el mítico "Vas a ir al infierno". Se debería insistir más en la idea de la responsabilidad que acarrean los actos que cada uno, desde niño realiza, y el ser consecuente con lo que éstos desencadenan. Acción-reacción, pero con hechos y consecuencias reales y sin chantajes. Luego dar una respuesta ética y empática hacia los demás es otra parte de la educación.
      Estoy contigo de acuerdo con esta parte que se refiere al chantaje emocional al que nos han sometido cuando no hemos realizado las conductas que otros (educadores de diferentes ámbitos de una persona), hubieran deseado. Además, hay que tener en cuenta que dichos "educadores", lo han podido hacer con las mejores de sus intenciones y sin querer infligir ningún dolo psicológico en el desarrollo emocional de nadie. Simplemente han seguido, por imitación, unas pautas de enseñanza aprendidas.
      En lo que ya no estoy tan de acuerdo, probablemente por que mis vivencias han sido diferentes, y también por qué no reconocerlo, por mi propia forma de ser, es con la mención de la culpabilidad como restitución social ante aquellos que no han tenido el mismo número de éxitos o de beneficios que yo.

      Gracias de nuevo por el blog, ya me asomaré de vez en cuando a reflexionar, debatir o comentar.

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    3. De nuevo Sergio gracias por tu aportación al intercambio. Me encanta que este blog genere debate y se muevan conceptos anquilosados, puedes estar o no de acuerdo con lo que yo he escrito en este momento, eso es lo interesante.
      Esas frases típicas de la infancia que se van transmitiendo de generación en generación...
      No te he entendido cuando escribes lo de la 'culpabilidad como restitución social ante aquellos que no han tenido el mismo número de éxitos', ¿a qué te refieres?.
      Aquí estaré para cuando te apetezca asomarte!!!!!

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