¿QUIÉN SOY YO?
¿QUIÉN SOY YO?
Me llamo Sandra y nací en 1975. Cuando era niña me encantaba pasar tiempo en la naturaleza, disfrutando de la soledad y de mi misma. Esto me creaba un sentimiento de culpa y sensación de ser rara en este mundo. No me gustaban los grupos grandes y siempre he preferido la relación de persona a persona. Para no seguir sufriendo por ser diferente me metí en la corriente de la muchedumbre y ahí he estado incubando y latente hasta que la llegada de la maternidad me empujó fuertemente a otra forma de vivir. Este proceso de renacer, parirme a mí misma de nuevo y ser quién soy realmente comenzó cuando di a luz a otro ser maravilloso en su pura esencia.
De esta forma tan bella empecé a adentrarme en el reencuentro conmigo y a romper mis miedos para que la luz penetre en todo mi ser e ir destapando esas sombras que son parte de mí, a la vez que permitir dejar salir mi brillo al exterior sin miedo a deslumbrar a nadie.
Y aquí estoy, escribiendo un blog y abriendo mi corazón y mis entrañas a todo el mundo que quiera leerme.
Ha comenzado mi periplo de crecimiento personal consciente que durará para siempre. La biodanza apareció en mi vida y es algo que siempre agradeceré al universo. Talleres de círculo de mujeres, convivencias transformadoras que me han apasionado. Cursos de escucha activa y de acompañamiento respetuoso a la infancia me han abierto los ojos a otra forma de acompañar.
Decidí formarme como coach y soy coach integral después de una formación intensa llena de emociones, experiencias que alteran el alma y amplificación de la conciencia. Ahora me estoy formando para facilitadora de biodanza y así integrar las dos en mi persona.
No me gustan las etiquetas ni los tópicos. No me catalogo en nada. Unas veces me siento valiente y otras me paraliza el miedo. Unas veces tengo mucha energía y ganas de conseguir objetivos y otras me siento lenta y con deseos de parar el tiempo y quedarme en el sitio. Unas veces me siento curiosa y exploradora y otras me quedo quieta para coger impulso. Voy aceptando todo lo que compone mi persona, mis luces y mis sombras. Me siento una surfista encima de las olas de la vida, a la que veo cada vez más como un juego donde yo elijo con quién jugar y a qué jugar. Hago movimientos y observo cómo todo cambia a mí alrededor. Es divertido.
Me llamo Sandra y nací en 1975. Cuando era niña me encantaba pasar tiempo en la naturaleza, disfrutando de la soledad y de mi misma. Esto me creaba un sentimiento de culpa y sensación de ser rara en este mundo. No me gustaban los grupos grandes y siempre he preferido la relación de persona a persona. Para no seguir sufriendo por ser diferente me metí en la corriente de la muchedumbre y ahí he estado incubando y latente hasta que la llegada de la maternidad me empujó fuertemente a otra forma de vivir. Este proceso de renacer, parirme a mí misma de nuevo y ser quién soy realmente comenzó cuando di a luz a otro ser maravilloso en su pura esencia.
De esta forma tan bella empecé a adentrarme en el reencuentro conmigo y a romper mis miedos para que la luz penetre en todo mi ser e ir destapando esas sombras que son parte de mí, a la vez que permitir dejar salir mi brillo al exterior sin miedo a deslumbrar a nadie.
Y aquí estoy, escribiendo un blog y abriendo mi corazón y mis entrañas a todo el mundo que quiera leerme.
Ha comenzado mi periplo de crecimiento personal consciente que durará para siempre. La biodanza apareció en mi vida y es algo que siempre agradeceré al universo. Talleres de círculo de mujeres, convivencias transformadoras que me han apasionado. Cursos de escucha activa y de acompañamiento respetuoso a la infancia me han abierto los ojos a otra forma de acompañar.
Decidí formarme como coach y soy coach integral después de una formación intensa llena de emociones, experiencias que alteran el alma y amplificación de la conciencia. Ahora me estoy formando para facilitadora de biodanza y así integrar las dos en mi persona.
No me gustan las etiquetas ni los tópicos. No me catalogo en nada. Unas veces me siento valiente y otras me paraliza el miedo. Unas veces tengo mucha energía y ganas de conseguir objetivos y otras me siento lenta y con deseos de parar el tiempo y quedarme en el sitio. Unas veces me siento curiosa y exploradora y otras me quedo quieta para coger impulso. Voy aceptando todo lo que compone mi persona, mis luces y mis sombras. Me siento una surfista encima de las olas de la vida, a la que veo cada vez más como un juego donde yo elijo con quién jugar y a qué jugar. Hago movimientos y observo cómo todo cambia a mí alrededor. Es divertido.
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